La Idea de ser Feliz y Conseguirlo
De la mujer se ha dicho infinidad de conceptos. Se le ha exaltado, reconocido, admirado, aclamado; también se le ha criticado, y por qué no se le ha cuestionado en su esencia, sus actitudes y su forma de pensar.
La verdad, es que el creador de la mujer, también se expreso hacia ella, llamándola compañera idónea (llena de ideas) y le dio muchas recomendaciones para que la mujer guiara su mente, su corazón y su alma para enfocarse y llegar a la meta que El mismo estableció para hacerla feliz.
Aunque Dios la creo, le dijo a ella y a su esposo Adán que “señorearan” en toda la creación. Génesis 1:27-28. Y creo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creo; varón y hembra los creo. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Más adelante en el otro evento importante de la creación del hombre y la mujer, el Creador se dirigió a ella con promesas y palabras de aliento, derramando sobre ella seguridad, luz y dirección. A través de un ángel Dios hablo a María de Nazaret así. “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;…”Lucas 1: 35.
Queriendo decir entonces, que Dios mismo le dio capacidad, inteligencia y sabiduría a la mujer, para señorear este mundo y además El la cubriría siempre para protegerla y guiarla.
A pesar de tan maravillosa herencia, no todas las mujeres hoy y siempre han visto cumplirse ese propósito de Dios en sus vidas. Entonces la pregunta de rigor será. Porque? Y para responder a ese porque? Podríamos recurrir a miles y miles de tratados, cartas, libros y escritos feministas, humanistas, de derechos humanos etc,etc. , que han sido escritos a través de la historia, y , que en su mayoría exigen cambios culturales y sociales que permitan a las mujeres que no lo han logrado, alcanzar la plenitud y la realización que les otorgo Dios al ser creadas.
Si buscáramos en el mismo terreno del creador, seguramente encontraríamos algunos puntos que nos revelen las respuestas a ese por qué?, y ayuden a aquellas que buscan una guía y la luz del camino para conseguir su propósito.
Observando lo que sucedió en el momento del encuentro entre Eva (la mujer) y la serpiente (Satanás) y lo aplicáramos a la vida cotidiana, quizá encontraríamos un punto de partida para obtener la respuesta o parte de ella.

Es importante resaltar que Dios creó al hombre y a la mujer a imagen suya, por lo tanto con capacidades extraordinarias para habitar la tierra, pero con la condición de ser guiados y dirigidos permanentemente por El, de lo contrario se perderían.
Eva (la mujer) desconoció, por su propia condición, al igual que Adán, la dirección establecida por el padre. Gen 2: 16-17. Y mando Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás, y quedo desprotegida al igual que su amado esposo. Así que, de allí en adelante toda su descendencia (la humanidad) tuvo que enfrentar la adversidad y la maldad sin estar preparados para ello. Su hijo mayor, dio muerte violenta a su hermano fruto de la falta de guía y dirección del creador.
No es imposible llegar a la meta, Cada día, conocemos mujeres que superan grandes retos y van a la vanguardia de un mundo cada vez mas cambiante y exigente. Mujeres con grandes talentos, habilidades, llenas de juventud, dirigiendo grandes emporios, dispuestas a gobernar naciones, logrando metas profesional muy altas. Maravillosas y extraordinarias mujeres. Aun así los logros profesionales, el poder, la “felicidad” alcanzada, son eventos que se dan aquí en la tierra, pertenecen al mundo y no a lo eterno, vienen y así mismo se van, más aun si no están conectados al manual de dirección del creador.
Las palabras que el padre dijo a María a través del Ángel. “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra;...” fueron suficientes para que a esa joven mujer adornada solo por sus cualidades espirituales, disfrutara de recibir el fruto maravilloso de educar, formar y ver crecer al Salvador del mundo; pudo enfrentar las adversidades de su entrono y dejar un legado que traería transformación y renovación a la humanidad para siempre.
